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El fallo estadounidense defiende el derecho de propiedad de una porción de los acreedores, pero la legislación internacional sobre derechos humanos exige al Estado Nacional proteger la soberanía económica, social y cultural de su pueblo.

El fallo “extorsivo” del Juez Griesa apoyado por la Suprema Corte de los Estados Unidos de Norteamérica, demuestra una vez más la estafa y el saqueo que implica lo ya pagado y los compromisos que nos obligar a seguir pagando la deuda.

Ni corresponde pagar ni nos beneficia.

Proponemos luchar para terminar con este robo y enjuiciar a los responsables locales..
Historia macabra de préstamos tomados a fuerza de sangre y fuego por pseudas revoluciones que, en realidad, fueron tiranías cívico-religiosas-militares. Multiplicados luego en democracia, ante la “desesperación generada” por la asfixia comercial, la cual obligó a recurrir a “créditos salvadores” ofrecidos por los mismos acreedores o sus primos, para pagar solo los intereses de aquellas deudas impuestas.
Finalmente, bajo una nueva tiranía, esta vez basada en la ambición y el individualismo impuesto como coloniaje cultural, pusieron la bandera de remate: se llevaron todo, pagando nada. Obviamente, se encargaron de poner en los contratos la cláusula que garantiza que sus jueces nos juzgarían.
Recordamos caras y nombres: ministros de economía, presidentes de la República, empresarios, dueños de medios de comunicación, clérigos complacientes, todos ellos partícipes de aquella verdadera sangría. Los mismos que, a lo largo del tiempo, se han mimetizado camaleónicamente, adaptando su mensaje, pero realizando las mismas maldades. Libres, hoy hablan por televisión, son referentes de opinión, funcionarios estatales o privados, empresarios, diputados, senadores, gobernadores, intendentes o prominentes líderes religiosos.

Cada uno con discursos o con silencios, en cada etapa, engañaron al pueblo. Verdaderos cipayos.
Obstinados impíos que hoy prosiguen su macabra tarea unidos a foráneos depredadores, por lo tanto, nuestro problema está en casa.
Llegó la hora de que el pueblo indignado se queje contra los de su nacionalidad:

DEBEMOS PEDIR QUE SE JUZGUE A QUIENES DESTRUYERON NUESTRA ECONOMÍA.

Los delitos económicos cometidos por funcionarios en nombre del pueblo también son de LESA HUMANIDAD, porque indefenso, este no puede intervenir en las negociaciones.

No debemos reconocer la legitimidad y aplicación del fallo de los Tribunales de EE.UU. a favor de los “Fondos buitres”. Buscando la solidaridad y apoyo de la región y los pueblos del mundo para resistirlo.

Sostenemos desde hace décadas que esta es una deuda de origen ilegítimo, ya pagada varias veces. Ni este, ni los gobiernos anteriores debieron aceptar nunca discutirla en Tribunales serviles a los BUITRES DEL MUNDO.